Greta Garbo

La divina esfinge sueca

Muchos la nombraban como ‘La divina esfinge sueca’ Nacida en Estocolmo, llegó a Estados Unidos con 20 años donde construyó un muro tan pesado como el silencio para proteger su vida privada. Un nombre pegado a la gran historia del cine. La actriz se retiró del cine con 36 años, en la cumbre de su carrera. Se encerró en casa y nunca más volvió a la vida pública.  Lo que pasó durante los años venideros ha sido uno de los misterios que envuelve al icono del siglo XX.

En una carta firmada en 1937 por Greta, la actriz relata a su amiga íntima la guionista austrohúngara Salka Viertel, su etapa en el anonimato así:

 “Salka, sé que soy una persona imposible… No voy a ninguna parte, no veo a nadie, al igual que en Brentwood [su residencia en Hollywood]… Tal vez vengas a rescatarme… Es difícil y triste estar sola, pero a veces es aún más difícil estar con alguien…”

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